Mi filosofía
21 de enero de 2009

Mi obra parte de la investigación y el gusto por la materia, entendida como signo de vida, concebida según mis normas plásticas desterrando el sentido superfluo o literario que distraiga el equilibrio final entre idea y obra.

Hasta 1980 predominan los tonos terrosos oscuros, con texturas muy esgrafiadas. En 1990 trabajo en telas modulares, predominando los tonos claros y pasteles.
En la actividad investigo con nuevos materiales y técnicas, sobre cerámica, escultura y cristal, con una concepción más espacialista, cercana a un expresionismo abstracto en el que predomina el lenguaje del color.
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ALBERT CASALS Y EL HUMANISMO DEL SIGLO XXI

La pintura de Albert Casals, nos hace pensar en la eterna lucha entre el bien y mal, donde ángeles y demonios se encuentran en un campo de batalla que los hace cada vez mas humanos. Por que, la imaginación de su creador, activa, tanto en las horas del sueño como en las veladas, despega desde la consciencia de la carne. De tan matérica que es, resulta orgánica. Los sentimientos y las ideas, emergen con una verdadera fuerza táctil. Desde la realidad íntima, va hacia la formación de unos órganos y de unas manifestaciones de vida, vegetal o zoomórfica algunas veces, que tienen en las últimas finalidades, la voluntad de expresar la situación del ser humano en relación con todo el que lo envuelve.

Un objeto encontrado –un maniquí, por ejemplo- motiva al pintor para recordar las sensaciones más diversas. La mujer está, pero también los pájaros, las piedras, el aire que pasa, el agua que nunca deja de correr por los ríos de alta montaña. Para Albert Casals, la Naturaleza es la primera fuente de inspiración, pero también son las realizaciones humanas que parecen haber perdido la utilidad. Persigue poder introducirse, contra mas mejor, en un arte total que encuentra en su destrucción, la regeneración que es el secreto de la vida.

Albert Casals, siempre ha mirado hacia el futuro, ya que el pasado le impide, por el que hace las formas y las escuelas estéticas, mientras que no cree nada en un presente que se para a complacer en las actividades del día a día. Su creatividad pictórica siempre ha querido proseguir en el siglo XXI, en el cual nos encontramos, y conectamos con el humanismo de una nueva raíz que tiene que nacer.

Josep M. Cadena
Crític d’art
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INTERESADOS DE ALBERT CASALS

Albert Casals, es un artista de frontera. Esto no quiere decir que viva al límite de cualquier estado en uso, sino que se mueve en una línea tan fina que no podemos garantizar del todo la existencia.
Duchamp, otro artista de frontera, buscaba desesperadamente “aquel espacio invisible que se encuentra entre la superficie del agua y el aire de arriba. Y Proust, el autor de la monumental “A la búsqueda del tiempo perdido”, alimentaba su espíritu con magdalenas cocinadas en el incierto lapsos entre la vigilia y el sueño.
Albert Casals, persiguiendo esta misma quimera, titula alguna de sus obras “Interdama”, “Intertrato” y hasta “Autointertrato”, queriendo evidenciar así un mundo interior alimentado por el azar objetivo y los diálogos secretos entre objetos que no acabamos de saber si son reales o ilusión.
Si hablamos de una técnica concreta en Albert, no podríamos concretar géneros caducos como la pintura o la escultura, sino simplemente collage.
El collage, el verdadero arte del siglo XX, no es nada más que pedir prestado fragmentos de realidad, obedeciendo unas leyes determinadas, establecer una nueva realidad.
La realidad prestada por Albert se encuentra en su taller del Raval Barcelonés, una de las zonas de la ciudad condal que ha sufrido más cambios a lo largo de este siglo. Pero no se trata de una realidad social, o histórica, no solo de apariencias, si no de una realidad, abandonada con la naturalidad que los árboles se desprenden de las hojas en el otoño: trapos, sillas, biombos, páginas de libros, cartones, y hasta bombonas de soldaduras autóctonas. Realidades que Albert recoge y observa tranquilamente, con un misterio científico de la nada, y que acaba incorporando en composiciones de aire misterioso y formas orgánicas.

Algunas veces, hace de alquimista con sustancias nuevas como la piedra volcánica, pigmentos y trapos sucios, y espera mucho tiempo antes no saca alguna conclusión. Hay quien piensa, equivocadamente, que la pintura matérica y de trazos gestuales ha de ser de rápida ejecución, pero todo indica lo contrario: un cuadro de Albert, se hace al revés de una excavación arqueológica. Los substratos se van depositando y en vez de abandonar la historio, volvemos para jugar un nuevo papel: construir, de lo bello nuevo, nuestra memoria.
Pero todos estos esfuerzos serían estériles, si a lo largo de toda la obra de Albert Casals, no hubiera un último elemento: la ironía, una ironía que permite eludir el existencialismo asfixiante de lo que se toman así mismos con mucha seriedad, y que, por ejemplo, representa su propio mecanismo mental, construyendo objetos como la silla que tiene en la parte más alta, una obra suya, y en el sitio del culo, un anuncio de IDEALES, el cigarro con el diseño mas vanguardista que nunca se ha visto.

Ricard MAS PEINADO
Membre de l’A.I.C.A.
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ALBERT CASALS, LA DINÀMICA DE LA MATÈRIA I L’EXPRESSIVITAT DE LA TEMÀTICA

Albert Casals profunditza en la dinàmica de la matèria en el sentit de poterciar, l’expressió plàstica basada en la investigació de la matèria, procurant que aquesta no sigui excessivament protagonista. Es a dir, que l’artista català utilitza la matèrica a la seva obra pictòrica en densitat, fugint de les grans concentracions e intentant aconseguir unes cotes de gran elaboració formal i de concepte.
La matèria és també no sol el suport o el fons de la composició, sino també el llenguatge pictòric que le permet a l’artista expressar-se, per aquest motiu Albert Casals afronta el tractament de la composició en base a una combinació de gammes i colors, que no són uniformes. Albert Casals no s’interessa per l’estética freda, però tampoc li motiva el contrastament característic de molts informalistes dels seixanta. En realitat el creador català prefereix abordar la matèria desde el punt de vista de la sutileza i de la densitat cromàtica calculada, produint un resultat final intimista, sensible i elaborat. D’aquesta forma Albert Casals afronta temàtiques properes a plantejaments socials, polítics, autobiogràfics, esportius, informatius o bé intims.
Albert Casals posseig un codi interpretatiu de la temàtica que està molt clar a la seva obra, encara que, no és un plantejament lineal i el resultat de l’anàlisi del concepte i de la matèrie no és excessivament ràpid en la seva creació. Per aquesta raó l’artista desenvolupa diverses obres d’un mateis tema fins que ofereix la visió de conjunt que ajuda a entendre i a introduir una dinàmica controvertida en la seva creació.
Albert Casals , combina pigments naturals i artificials, acrílic, anilines, tintes, pigments poc utilitzats i de diferents origens amb altres materials, elements i també amb collages.
En l’actualitat Albert Casals és un artista plàstic que destaca per la seva singularitat de conceptes i també per el seu plantejament pròxim a la dinàmica informalista en relació a la matèria i a la filosofia expressionista en relació a la temàtica i a les característiques que defineixen els seus personatges o els seus elements en general. Perquè no hem d’oblidar que l’artista sempre s’ha caracteritzat per presentar una obra pictòrica experimental en un línea totalment personal i sense importar-li els canvis que hagin pogut ocòrrer segons siguin les necessitats de la pròpia matèria i de la composició mateixa.
Aquí és on radica la força de la pintura de Albert Casals, donat que és capaç de presentar-se sense cap tipus de plantejament previ, perquè, en línees genrals, malgrat que pugui donar una imatge d’obra controlada i precisa, la creació de l’artista català és desimbolta i dinàmica, especialment en el que es refereix als elements i els conceptes.

Joan Lluís Montané
Crític d’art